Las Metas y los Planos

 "Las metas y los planos: construyendo el edificio de nuestros sueños"

En la vida, todos tenemos metas y aspiraciones que nos impulsan a avanzar, a crecer y a alcanzar nuestros sueños. Sin embargo, a menudo nos encontramos atrapados en la etapa de la planificación, sin dar el paso crucial hacia la acción. Es en este punto que la metáfora de las metas como los planos de un edificio cobra un significado especial. Al igual que los planos son esenciales para la construcción de un edificio, nuestras metas son fundamentales para dar forma a nuestras vidas. Pero al igual que los planos por sí solos no construyen un edificio, las metas por sí solas no cumplen nuestros sueños. Es necesario trabajar arduamente para llevar las metas del papel a la realidad, construyendo el edificio de nuestras vidas.

Cuando nos fijamos metas, estamos trazando el diseño de lo que queremos lograr, delineando los cimientos y los pilares de nuestros deseos y ambiciones. Al igual que un arquitecto que visualiza un edificio en su mente y lo plasma en los planos, nosotros visualizamos nuestras metas y las plasmamos en nuestros planes. Sin embargo, al igual que los planos por sí solos no levantan paredes ni colocan techos, nuestras metas por sí solas no nos acercan a la realización. Es el trabajo duro, la dedicación y la perseverancia lo que transforma esos planos en un edificio tangible.

Al igual que la construcción de un edificio requiere tiempo, esfuerzo y recursos, la realización de nuestras metas demanda compromiso, sacrificio y resiliencia. Cada paso que damos para materializar nuestras metas es como colocar una piedra sobre otra, levantando lentamente la estructura de lo que deseamos lograr. En este proceso, enfrentamos desafíos, contratiempos y obstáculos que ponen a prueba nuestra determinación. Sin embargo, al igual que un edificio resistente soporta vientos fuertes y tormentas, nosotros también debemos mantenernos firmes frente a las adversidades, confiando en la solidez de nuestros cimientos y en la visión que nos impulsa hacia adelante.

Así como un edificio se construye con la colaboración de arquitectos, ingenieros, albañiles y otros profesionales, también necesitamos el apoyo y la colaboración de otros para alcanzar nuestras metas. La familia, los amigos, los mentores y los colegas pueden actuar como los obreros que nos ayudan a levantar las paredes, a sostener las vigas y a tejer la red de apoyo que sostiene nuestros sueños. Además, al igual que un edificio debe cumplir con normativas y regulaciones, nosotros también debemos actuar con integridad, ética y responsabilidad en la búsqueda de nuestras metas, asegurándonos de que nuestra construcción sea sólida y perdurable.           

                  PROF. ELIAS BORTOKAN