A los seres humanos
siempre nos ha gustado contar historias, y quienes las cuentan han tenido un
auditorio, primero las escuchaban, pero después de la invención de la
escritura, las leían, más tarde llega la radio, la tv y el cine, y la gente
empezó a escuchar por radio, a ver en el cine en primer término (Charles
Chaplin y el cine mudo) y luego a ver... y a escuchar, ambas cosas al mismo
tiempo.
La ficción es tan vieja
como el ser humano, lo que ha variado son las herramientas del ser humano para
producirla y disfrutarla, hasta este momento de la historia ningún método nuevo
a venido a sustituir uno anterior, sino que a venido a ampliar la cantidad de
formas como podemos disfrutar de la ficción.
¿Cambiará esto en el futuro?,
¿hay alguna forma de ficción que podría desaparecer? Hoy está cuestionado el
futuro del papel, hay quienes dicen que el libro tradicional va a desaparecer.
Nuevos medios como la tableta electrónica y los ebooks sugieren esta
posibilidad.
Ahora bien, siempre habrá
quienes prefieran leer en papel, sobre todo en lo referente a lecturas
literarias. Además, hay quienes disfrutan tener una colección física de libros.
Por otra parte, están los amantes y coleccionistas de revistas en papel
satinado.
Desde el punto de vista
tecnológico es cierto que los medios electrónicos presentan un gran número de
ventajas con relación al papel. Sin embargo es necesario considerar el
factor humano. A nadie se le ocurriría pensar que porque un astronauta
puede sobrevivir en el espacio con comida concentrada esta sería ideal para
nuestro consumo terrestre de cada día. Además no siempre los medios
electrónicos son la mejor opción. Los dispositivos electrónicos no son
perfectos, pueden fallar, necesitan mantenimiento y una fuente de energía,
mientras el papel no presenta tales inconvenientes.
El tema que estamos
abordando es el futuro del papel y la ficción. Hay quienes leen por necesidad
mientras otros lo hacen por placer. Si se trata de leer por placer en ese
caso lo más importante para el lector es el disfrute de la lectura, y en ese
caso el tiene la decisión de cómo le gustaría leer. Es diferente el caso si se
trata de lecturas científicas o de investigación en grandes bibliotecas, es
entonces donde la tecnología y el sentido común sugieren la necesidad de
simplificar.
La ley de la oferta y la
demanda es un principio básico de la economía y apoya nuestra tesis. Ambas
formas de lectura, electrónica y en papel, no son excluyentes, pueden convivir
juntas.
En fin, concluyo que
mientras exista la posibilidad de producirlo, el papel seguirá siendo un medio
por excelencia para editar libros y revistas, aunque sean ediciones limitadas.
Prof. Dr. Elías Yamil Bortokán B.
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